Por Pedro Haliska (*)

El aislamiento obligatorio en toda la Argentina, que busca frenar el avance de COVID-19, provocó en Internet un importante cambio en cuanto al volumen, duración y tipo de consumo. A las personas que normalmente están en sus casas, ahora se suman el teletrabajo y los niños y adolescentes que se conectan en horarios en los que antes solían estar en clases.

Si bien un colapso total de la red está descartado, lo que se busca es un uso responsable de los recursos para evitar una saturación, principalmente durante las horas de mayor demanda.

Al tratarse de una situación en tiempo real, el servicio es controlado y monitoreado constantemente. El “amperímetro” de Internet marcó una subida que va del 22% al 25% de tráfico constante, de acuerdo con la Cámara Argentina de Internet (Cabase). Durante la primera semana de cuarentena, se registraron unos valores de aumento de demanda de alrededor del 8% para los servicios móviles y un 27% para los consumos de datos fijos, similares a los de un fin de semana con lluvia.

Las videollamadas y conferencias también tuvieron un crecimiento como una herramienta de uso recreativa y de vínculo con la familia y los amigos. Y en cuanto a las aplicaciones de mensajería, WhatsApp se mantuvo en lo más alto, con un crecimiento del 144%. Para tener en cuenta, en Argentina el 80% del tráfico de Internet proviene de YouTube (Google), Facebook y Netflix, y las transmisiones de video representan alrededor del 70%.

Sin embargo, para evitar tensiones en la red por un uso exponencial por parte de los usuarios, hay que apelar al ahorro. El intento de las instituciones gubernamentales de conseguir que los grandes generadores de contenido como Netflix, YouTube, Flow, Facebook, Instagram y otros, bajen las resoluciones de fotos y videos, es muy acertado ya que se puede reducir en un 25% el uso intensivo de las redes.

Está claro que Internet es un servicio esencial que nos permite permanecer conectados e informados. En estos días de cuarentena se registró un alza marcada y sostenida en el tiempo donde se multiplica el uso de aplicaciones y redes sociales. Por eso, para poder garantizar la calidad del servicio y evitar interrupciones, debemos hacer un uso responsable de internet. Por ejemplo, priorizar el ingreso según las necesidades de la familia, evitar enviar archivos muy pesados o compartirlos únicamente a través de su enlace; acceder y descargar sólo aquellos archivos o contenidos que sean realmente necesarios, y dentro de lo posible postergar el material para ocio y recreación para la tarde-noche, que son los momentos de menor tráfico.

A la hora de enviar correos, es una buena opción comprimir, bajar resolución a imágenes o utilizar formatos más ligeros. También desenchufar los dispositivos que no se estén utilizando e incluso priorizar el teléfono fijo (los que todavía tienen) para las conversaciones más extensas, ayudan a moderar el uso de datos para mantener las aplicaciones estables y rápidas.

Como usuarios, es importante que seamos responsables y cuidemos nuestros recursos para que todos podamos hacer uso de ellos. Hoy, más que nunca, las redes son nuestro nexo con el mundo exterior y nuestros seres queridos. Desde el Estado y las compañías privadas están haciendo lo suyo, pero los ciudadanos debemos aportar nuestro granito de arena para evitar saturar la red y que podamos transitar la cuarentena de la mejor manera posible.

El autor es Country Manager InterNexa Argentina.

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